Tengo por nombre Karina y soy una señorita alemana de raíces andaluzas
Bueno, puesto que por ahí anda la cosa… Según lo que parece, nuestro cerebro está desarrollado a fin de que nos resulte prácticamente imposible parar de pensar en el sexo… De esta forma es que si estás interesada en someterlo a tu voluntad, actívale su cerebro hipersexualizado y olvídate de su apertura emocional y empática.